Se cumplen cinco años desde el estallido de la llamada Primavera Árabe. Foto: Antonio L. Juárez

Primavera árabe: esperanzas que siguen sin cumplirse

Se cumplen cinco años desde el estallido de la llamada Primavera Árabe. Foto: Antonio L. Juárez
Foto: Antonio L. Juárez

Esta semana se ha cumplido el quinto aniversario del acontecimiento revolucionario llamado Primavera Árabe en Egipto. Fue un 25 de enero cuando tuvo lugar la reacción popular ante los reiterados abusos de los regímenes autoritarios, un hecho que ocurrió en distintos países, como Túnez, Siria o Yemen, entre otros. Sin embargo, algo les unió: la mayoría de ellas se caracterizaban por el déficit de libertades, ya sean de expresión, reunión o asociación.

Hace exactamente cinco años comenzó aquella lucha por un mundo mejor en el que vivir, por una atmósfera más tranquila y menos sombría. Una lucha contra la violación de los derechos humanos, que ya no eran tratados como tal.

Desde la llegada a la presidencia de Al Sisi a Egipto, la sociedad ha experimentado un retroceso generalizado de esas libertades por las que previamente se había luchado. Tal y como ha ocurrido en España con la llamada Ley Mordaza se ha aprobado una Ley Antiprotestas para impedir que vuelvan a repetirse las multitudinarias manifestaciones, como la famosa de Plaza Tahrir.

Sin embargo, la sensación que se tiene al pisar este país en los últimos años es siempre la misma: ¿Qué ha cambiado aquí? ¿Qué bueno ha pasado para la sociedad? La preocupación por la clase baja es latente, aumenta por momentos, y la subida de precios hace que muy pocos logren subsistir al día a día. Todo el mundo busca ganarse el pan, y la mayoría encuentran alguna manera, quizás no sea la más acertada ni la más convincente, pero algo es algo, puesto que cualquier libra egipcia ganada, ayuda.

La transición hacia una democracia no está siendo fácil. Esta revolución liberal en Egipto solo acaba de empezar, aunque hayan pasado años y se encuentre actualmente en un punto de estancamiento, que comenzó con la llegada de Al-Sisi. Si hemos de ser justos en el análisis, las revoluciones liberales son lentas y con momentos de gran avance y otros de regresión. Egipto vive ahora un proceso involutivo que a largo plazo cambiará. La población egipcia logró una victoria antaño, solo está a la espera de su momento, qué quién sabe cuándo llegará.

Algunas personas pisan las tierras que sus padres, abuelos y bisabuelos han visto evolucionar y cambiar solo por vacaciones, en fechas señaladas, como quien vuelve a casa por Navidad, o quien busca refugiarse en un más que cálido verano. Como quien demanda el refugio en el abrazo de una abuela, cuya piel yace arrugada por el paso agónico del tiempo, y que sostiene en cada pliegue un recuerdo, en cada recuerdo una experiencia. Como quien anhela andar por sus calles inundadas por el olor a batata dulce o maíz asado, vendidos bajo los cánticos de cualquier vendedor ambulante.

 

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