La publicidad en tiempos de COVID
Desde el primer momento que estalló la crisis de la COVID hemos estado viviendo en una nueva y desconocida situación, envuelta en un cambio de paradigma que ha traído consigo un sinfín de dudas. Sin embargo, ante tales circunstancias la única opción para sobrevivir ha sido la adaptación ya que como decía Darwin, solo consigue hacerlo aquel que mejor se adapta, no el más fuerte.
Por ello, me gustaría hacer referencia al mundo de la publicidad y a cómo muchas marcas han tenido que dar un giro drástico a sus estrategias publicitarias y comerciales para así, conseguir sobrellevar esto tan extraño que nos atañe.
A lo largo de la historia de la publicidad se ha visto cómo el éxito de muchas marcas estaba ligado al buen posicionamiento de las mismas, creado y mantenido con la elaboración de campañas que generasen emociones, que consiguiesen remover sensaciones dentro de los consumidores. Es cierto que esta manera de trabajar no ha cambiado, ha permanecido en las grandes marcas. No obstante, hemos encontrado una gran diferencia y es que actualmente, no prevalecen los valores que intentan definir una marca para que así su número de ventas incremente, sino que es más importante establecer una causa común, la COVID.
El principal objetivo de la publicidad en tiempos de COVID es mostrar solidaridad. Se habla de la salud, de la esperanza porque todo esto acabe, ahora se ven campañas mucho más emocionales que sin tener una conexión empresarial entre ellas siempre está el factor común del compromiso. Quieren reflejar un conjunto, quieren que sepamos que ellos están ahí, con nosotros, con todos, luchando para salir de esta crisis sanitaria.
Las marcas adaptan el mensaje
Se dieron cuenta de que, ahora más que nunca, era el momento de publicitar la responsabilidad. Así lo intentaron plasmar algunas empresas.
Ikea, que nos agradece que nos quedemos en casa y nos recuerda que siempre va a estar con nosotros. Hace un homenaje al hogar, aquel que nos acogió durante el confinamiento. “Ahora más que nunca, nada como el hogar para amueblarnos la cabeza”.
BMW, lanzó una campaña durante el confinamiento, cuando todos estábamos confinados quiso hablar de la curva, no aquella que se toma para la diversión en la conducción, sino aquella que había que aplanar, haciendo así un llamamiento a quedarnos en nuestras casas.
Bankinter, “el banco que ve el dinero como lo ves tú». Quisieron hablar de la esperanza, del día en el que todo acabe y podamos a volver a la cercanía que teníamos antes del coronavirus. Además, reflejaron su compresión y dieron alternativas ante la situación económica tan difícil.
Mahou, dedicó sus spots publicitarios al sector de la hostelería queriendo mandar un mensaje de ánimo «Ahora más que nunca, juntos para siempre”.
Humanizar la publicidad en tiempos de COVID
En todos estos ejemplos de campañas publicitarias hemos visto a unas empresas solidarizadas con la causa, que han dejado de lado la importancia por los productos para basarse en lo que realmente importa en estos momentos. Se han focalizado en dar una imagen de realidad, pero, sobre todo, de cercanía. Han querido mostrarse como personas y no como empresas, que nos entienden y están pasando este duelo con nosotros.
Por lo que finalmente podemos concluir con que la publicidad ha sufrido unos cambios acordes con la situación actual. Muchas compañías han lanzado su publicidad dedicada a la responsabilidad y a la conciencia, reiterando siempre la importancia de quedarnos en casa y cuidarnos y cuidar a los que nos rodean.
En realidad, la publicidad no cambió su modelo de trabajo o de ejecución, simplemente se dedicaron a adaptarse a las nuevas condiciones, dando al público lo que realmente necesitaba que era y es un poco de esperanza y comprensión. Y es que, ante esta difícil situación la publicidad nos recuerda una vez más el valor de lo que realmente importa.