Lo sabía

Foto: Carmen Martínez
Foto: Carmen Martínez

Sabía que era ella. Lo sabía porque cada vez que sus ojos pestañeaban al otro lado del continente había un tornado; porque cada vez que mojaba sus labios provocaba un tsunami que arroyaba y desbordaba corazones. Lo supe porque cada vez que sus Converse pisaban suelo, un terremoto removía mi cuerpo. Y claro que ella lo sabía. Sabía que en cada curva de su sonrisa hacían rally todas nuestras miradas, que me contagiaba cada carcajada quedándome embobado y cayéndoseme la baba.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error: El contenido está protegido
A %d blogueros les gusta esto: