Te marchaste al infinito

He vuelto a los blancos y desiertos.
Cabalgando el humo espeso,
siempre esperando amor tu regreso.
Mis ojos te esperan aún despiertos.
He desvelado mi secreto del alma
y aún en mí queda tu amor encendido,
apagado en mí tu cuerpo vencido.
Todavía aguarda el sol en calma.
Quisiera ver emprender el camino.
Quisiera seguir el corazón que ama.
Quizás el romero, quizás la retama.
Viento apaciguado y cristalino.
Perderte en el infinito y sin más,
sin yo haberte simplemente elegido.
Y sin coger de ti todo lo vivido,
ahora grito yo tu amor al compás
de unos versos tristes y afligidos,
le falta la tinta, la inspiración.
Un amor fugaz sin motivo ni razón,
ha dejado el amor en mí vencido.