¿Lleva el consumismo a la pérdida de los valores navideños?
El significado de la Navidad está siendo eclipsado por los grandes comercios
La Navidad es una tradición de origen religioso en la que se celebra y conmemora el nacimiento de Jesucristo. Es la época en la que más amor brindamos a nuestros conocidos, aunque su significado espiritual es algo del pasado, ya que esta se ha convertido en un verdadero derroche. Un año más, con motivo de la llegada de estas fechas tan especiales es tradición hacer regalos a la familia, amigos y aquellos seres más queridos.
Durante esta última década la compra de regalos navideños se ha incrementado masivamente, por lo que ha pasado de ser una costumbre a una obligación, ya que hasta algunas personas afirman que “La Navidad no sería lo mismo si no hubiese regalos” convirtiendo así a este consumismo desenfrenado en un elemento protagonista más de estas fiestas, como si se tratase del Belén o el árbol de Navidad.
Del Black Friday a las rebajas
Las empresas bombardean desde los medios de comunicación durante este tiempo para hacer creer a la sociedad que no existe la felicidad sin regalos. Empiezan a promover el consumo innecesario mucho antes de la llegada del mes de diciembre con eventos como el Black Friday o el Cyber Monday, e incluso después, con las famosas rebajas de enero, consiguiendo prolongar este consumo.
También se incita el consumismo con algunos “juegos” que están muy de moda como el amigo invisible o también llamado “Secret Santa”, que consisten en que varias personas se hagan regalos entre sí, sin saber quién ha sido el que ha hecho cada regalo.
Además de perder la esencia navideña también existe el problema de poder afrontar todos los gastos. No tener los suficientes recursos económicos durante estas épocas puede generar tristeza, pero lo cierto es que la felicidad no se mide en regalos.
Existen gran cantidad de actividades para disfrutar de nuestro tiempo en Navidad sin tener que gastar dinero de manera inútil. En resumen, la Navidad se está convirtiendo en un evento social y comercial, lo que la está llevando a perder su significado original. Todos los valores que nos proporciona están siendo reemplazados por los regalos, y están haciendo que los niños solo aprendan a valorar los bienes materiales, que nos dan una felicidad momentánea, creando la necesidad de cada vez tener más, nunca llegando así a la felicidad plena.