Reincidentes: revolución y libertad en la Tren de Granada
Awkan es un vocablo mapuche que significa “rebelarse” y es también el nombre del último disco de Reincidentes, el decimonoveno de su carrera extensa, y que presentaron anoche en la Sala Tren de Granada tras actuar en Segovia y Villena. Los sevillanos, que no visitaban la ciudad desde el Zaidín Rock 2014, generaron entre el público un ambiente que respiraba sentimientos de revolución y libertad.
Reincidentes, una de las bandas más importantes del rock andaluz, critica abiertamente temas como capitalismo, maltrato, religión o derecho al aborto. En Awkan hablan sobre la insurrección contra el sometimiento y muestran su compromiso con el pueblo latinoamericano y la lucha por la libertad. Es esta forma de hacer música la que ha hecho que el grupo siga cosechando éxitos después de tantos años. En su último álbum, que decidieron grabar tras su última gira en América del Sur, ellos mismos han gestionado el proceso de creación y grabación, realizado en su propio estudio.
A las 10 de la noche salieron a calentar el ambiente los teloneros, Cerveza Gratix, que dedicaron uno de sus temas a la concentración ultramachista que se iba a celebrar en Granada al día siguiente.
Una hora después llegó el momento que todos esperaban. Reincidentes salió al escenario dando caña desde el primer momento con Jartos de aguantar, que todos los presentes en la sala comenzaron a cantar desde la primera estrofa. A este tema le siguieron otros indispensables del grupo, como En la ciudad de los sueños, Resistencia o Sal de tus trincheras, sin olvidar sus canciones inspiradas en la literatura de Miguel Hernández.
También hay que destacar una versión que tocaron de David Bowie debido a su reciente fallecimiento. Y, evidentemente, entonaron temas de su nuevo disco, entre los que destacaron Refugiados y Váyanse a la mierda. Los solos de guitarra hacían que el público bailara de forma descontrolada.
Tras hora y media de actuación, la banda se despidió del público para volver a los pocos minutos y cerrar el concierto con Vicio, un clásico de Reincidentes y el favorito de la gran mayoría de los asistentes, que la solicitaron repetidamente durante toda la noche.
Al finalizar la última canción, los miembros del grupo se despidieron con gran emoción de todos los que les habían acompañado durante la actuación.