¿De qué trata ‘Death Stranding’?

Imagen: Kojima Productions

Tras más de tres años desde su anuncio en el E3 2016, el último videojuego de Hideo Kojima llegará finalmente el próximo 8 de noviembre. No son pocas las preguntas que ha suscitado desde su primer avance, en el que podíamos ver a Sam (Norman Reedus) rodeado de un considerable número de animales marinos muertos mientras contemplaba a cinco figuras flotando en el aire.

Sin embargo, el último tráiler lanzado por fin ha arrojado una nueva luz sobre el proyecto, dando un hilo del que tirar para tratar de desentrañar su trama e incluso su posible mensaje.

A pesar de que aún quedan muchas incógnitas por resolver, algo empieza a estar claro. Esta va a ser una historia sobre personas. Puede que haya elementos paranormales o de acción, pero no son más que un envoltorio, un telón de fondo para la verdadera intención de la obra. Del mismo modo que Neon Genesis Evangelion (1995) de Hideaki Anno, no era un anime sobre mechas, este no es un simple relato de ciencia ficción.

¿De qué parece tratar Death Stranding (2019)? La humanidad ha sufrido alguna clase de cataclismo que ha provocado la desestructuración de la sociedad y ha hecho que las personas apuesten por una individualidad casi total. Una distopía que no alcanza cotas de salvajismo vistas en Mad Max: Furia en la carretera (2015), pero si un entorno igual de hostil.

Sam será el encargado de “reunificar” América. No América entendida como lo hacemos actualmente, sino el concepto original, como fue concebida: la tierra de la convivencia y de las oportunidades. Sam no ve posible, ni necesario, algo así. Pero como le resaltan, “necesitamos estar unidos”.

Según dijo Patrick Henry “Unidos resistimos, divididos caemos. No nos separemos en facciones que deben destruir la unión de la que depende nuestra existencia”. ¿Qué significa esto? El ser humano es un ser social, no puede sobrevivir solo. Tenemos la imperiosa necesidad de sentirnos parte de algo, de relacionarnos con los demás, encajar. Death Stranding trata de mostrar como las personas no pueden encerrarse en sí mismas. El viaje solitario potencia esta visión. Un detalle tan simple como el hecho de que la compañía para la que Sam trabaja se llame Bridge (puente) u otro más sencillo, si cabe, como crear un puente con una escalera (tráiler 1:46) después de un rótulo que reza “reconectar una sociedad fragmentada”.

Las conexiones que creamos con los demás, serán el motor y eje de la historia. Pero hay más: los Bridge Babys. Estos bebés serán importantes en el desarrollo del argumento, ya que permiten ver a los BTs (Beached Things), espectros que tratan de arrastrar al protagonista hacia el Hades, el otro lado. De eso hablaremos más adelante.

Volviendo a los bebés, Sam y otros personajes se conectan directamente a ellos a través de un cordón umbilical artificial. Representa una unión más allá de lo emocional. Es como si Kojima lanzara sobre la mesa preguntas como “¿Y si los hombres tuvieran la posibilidad de gestar? ¿Cómo les afectaría algo así?”.

Imagen: Kojima Productions

Como he dicho, esta es una historia sobre personajes y conexiones. Del mismo modo que Sam, Fragile (Léa Seydoux) o Mama (Margaret Qualley) tratan de mantenerse conectados a la vida, otros están unidos a la muerte. Cliff (Mads Mikkelsen) parece uno de los principales antagonistas. Cuenta con su propio equipo de ataque y no dudará en darnos caza. Su afiliación con la muerte queda muy recalcada al verlo conectado a cuatro esqueletos que siguen sus órdenes. Además, parece enormemente relacionado con el Hades, una dimensión alternativa, lugar en el que acabará Sam si es devorado por los BTs. En el Hades se reviven los momentos más oscuros de la humanidad, especialmente las guerras. Cliff, y su escuadrón, es presentado en él con distintos atuendos según la época de la guerra en la que aparezcan. De hecho, es posible que las cinco figuras que Sam observa en el mundo real sean Cliff y sus secuaces.

Imagen: Kojima Productions

Siguiendo con los BTs, su capacidad de hacerse invisibles es algo que no se debe tomar a la ligera. Pocas cosas se temen tanto como aquello que no podemos ver. Del mismo modo que en Silent Hill 2 (2001) los creadores trataban de transmitir el miedo a través del sexo y la muerte (dos conceptos sobre los que las personas piensan cada día) aquí parecen querer hacer algo similar, con la vida y la muerte. O, más que terror, plantear preguntas de un talante existencialista.

El tercero en discordia: Higgs (Troy Baker). Líder de otra facción, los Homo Demens (hombres locos), que pretenden perpetuar el estado actual del mundo, en un caos continuo. Sus motivaciones no están del todo claras aún, será algo que el juego final revelará. Tiene la capacidad de invocar la lluvia, la cual, según parece, hace que aparezcan los BTs.

Imagen: Kojima Productions

Un detalle más, ¿por qué algunos de los personajes lloran (tráiler 5:45)? No creo que sea algo dejado al azar. Quizás indique cuales siguen siendo humanos, quienes conservan aún algo de humanidad. Llorar es algo muy propio de los seres emocionales. Puede producirse por alegría o tristeza.

Además, está el transfondo de su autor. Es de sobra conocido que Kojima quería dedicarse al cine desde muy temprana edad. Debido a una serie de circunstancias, no pudo llevar a cabo este objetivo. Pese a ello, encontró en el videojuego una vía de autorrealización. Las similitudes entre ambos medios le permitió expresarse de forma artística como él había deseado. De hecho, no oculta para nada su amor al séptimo arte. Incluso, podemos ver un easter-egg a la película Apocalypse Now (1979) de Francis Ford Coppola.

Imagen: Zoetrope Studios/Kojima Productions

Son muchas las cuestiones que quedan por resolver. Sea como sea, está claro que la historia de Death Stranding es mucho más de lo que se aprecia a simple vista. A partir del 8 de noviembre, saldremos de dudas.

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