El Titanic nunca se hundió
TITANIC.
Muchos años han pasado desde que el buque de los sueños partiera aquel 11 de abril de 1992 su primer viaje desde Southampton. Aún perdura en mi memoria, lo recuerdo con la grandiosidad que le era propia.
Tan sólo tenía 4 años cuando supe del Titanic, aquellas noches en el cine de verano con mi madre y mi hermano aguardando a que mi padre acabara su trabajo me lo permitieron. Aquella historia consiguió fascinarme. He perdido la cuenta de las veces que la he visto, pero siempre es mejor que la anterior.
La película más taquillera de todos los tiempos me transporta. El amor que surge de dos almas destinadas a encontrarse, al mismo tiempo en el que soy una más en aquel transatlántico durante su travesía por mi mente, me hace sentir.
Esas maravillosas exposiciones consiguen cautivarme allá donde sea que se muestren y compartir esa sensación con tu familia lo hace aún más especial. Recuerdo las caras de mi padre disfrutando conmigo del conocimiento del mundo del Titanic, de su interior, de las vidas de sus pasajeros, de él.
Dicen que el RMS Titanic se hundió una madrugada del 14 al 15 de abril, hace 106 años. Nunca se hundió: James Cameron se ocupó de ello y, el resto, lo han hecho nuestros corazones.