Resurgir de la enfermedad
Abandonar en la vida tu vigor, es ostentoso cada despertar
Sabiendo que en tu fe te quedas, pero es probable también marchar
No hagas que la apariencia cubra la eterna frialdad
La vida no tiene fin, el tiempo nunca muere, las agujas del reloj ya no hacen tic tac,
no laceres tu cuerpo a la vela del candil
Permanece creyendo en sobrevivir, aunque la enfermedad te aceche, sonríele a la muerte, pues grabada en el corazón está, y de ésta no nos podemos librar.
En la fortaleza se oculta el sol, en la mente mil ideas abrumadas sin control, la lucha es victoria, te lo dicta el corazón,
Jamás te dejes vencer
En esta vida efímera ni delimita la hora ni el tiempo envejece,
Excepcionalmente el único que pasamos en él.