Presentacion del vino "Rosa" en el bar Juanillo Madriguera de Granada. Foto: Antonio L. Juárez

Catamos Rosa, un vino con personalidad

Presentacion del vino "Rosa" en el bar Juanillo Madriguera de Granada. Foto: Antonio L. Juárez
Presentacion del vino «Rosa» en el bar Juanillo Madriguera de Granada. Foto: Antonio L. Juárez

El vino hace tiempo que dejó de ser una bebida para “gente mayor” y cada vez más jóvenes se interesan por conocer mejor un mundo lleno de matices, sensorialidad y trabajo duro desde la cepa hasta que la botella se descorcha en un restaurante o una celebración de amigos. De eso sabe mucho Mariola Sánchez Peinado, toda una ingeniera del vino. Tras siete años trabajando en Italia y aprendiendo nuevas formas de elaborar vinos de forma más internacional, esta enóloga vuelve a las bastetanas Bodegas Jabalcón, con la que ha presentado Rosa, un vino rosado “con mucha personalidad”, que pudimos probar en una cata dirigida por la propia enóloga en el restaurante Juanillo Madriguera del barrio del Realejo de Granada.

Es un nuevo restaurante que quiere ir más allá de ese concepto para convertirse en un “espacio de encuentro y reunión”. Sus propietarios, Jesús Pulido y Carmen González, una pareja emprendedora y llena de creatividad, han llevado a cabo una restauración del edificio, que también es hostal, en la que ha primado la conservación de algunos elementos originales de la construcción. Además de ofrecer a los asistentes un maridaje acorde con el vino, su propietaria nos explicó que su especialidad son los arroces elaborados a la leña, además de propiciar un buen ambiente en su local.

La cata estuvo acompañada por la música de José Carlos Vivaldi, que fluyó desde la bossa nova de Brasil a la chanson francesa e incluso acabó interpretando algún dueto con los asistentes al evento.

Momentos de la cata en Juanillo Madriguera. Fotos: Antonio L. Juárez
Momentos de la cata en Juanillo Madriguera. Fotos: Antonio L. Juárez

Rosa es un vino elaborado con características típicas de la Toscana italiana. La uva garnacha aporta mucha intensidad aromática pero poca intensidad en el color. Una de las cualidades que más sorprenden de este vino es su color rosa palo, bastante brillante. “Apenas tiene capa, es muy difícil de conseguir, pero lo hemos hecho”, apunta Mariola, que añade que no le gusta filtrar los vinos “para no darles palos”.

Por la peculiar situación de los viñedos, en Baza, a más de 1.300 metros de altura, la diferencia de temperatura entre noche y día “hacen que la uva madure de manera muy sincrónica y los polifenoles se desarrollen de forma muy equilibrada en el tiempo”. Mariola define la lágrima del vino como “elegante, gruesa y densa”.

Otra sorpresa que nos ofrece Rosa es su aroma a lilas, algo que su creadora quiso resaltar. Es un vino muy floral, aunque también aparecen aromas como la fresa. La crianza con lía fina da en boca una “untuosidad increíble” por la glicerina. En boca, sorprende que no es seco, como muchos rosados.

Mariola explica que es un vino que “no pasa desapercibido, con los aromas de un vino blanco pero que se bebe con un vino tinto”. “Estamos intentando crear una nueva forma de hacer vino en Granada que tenga un carácter internacional”, explica.

Con una pequeña producción de 1.700 botellas te sugerimos que lo pruebes en el restaurante Juanillo Madriguera, donde podrás tomarlo con alguna sugerencia de maridaje de la casa, como un buen arroz de marisco a la leña, tartar de salmón, gambas en gabardina o salmorejo de remolacha.

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