La exposición del momento: ‘Henry Clarke y la moda de España bajo el influjo de la Alhambra’

Más de 50 mil personas ya han pasado por la exposición `Henry Clarke y la moda de España bajo el influjo de la Alhambra´, desde que se inaugurara el pasado mes de marzo en la Capilla del Palacio de Carlos V del recinto Nazarí, con una gran acogida por parte del público nacional e internacional.

La muestra que fusiona moda, arte y patrimonio recoge tras 55 años el mítico trabajo del fotógrafo estadounidense, realizado en la Alhambra en 1968, mediante algunos de los diseños originales que se usaron para las fotografías de los maestros españoles de la Alta Costura en los años 60. El trabajo fotográfico se recogió en la edición americana de Vogue titulada «The Special Style of Spain for Tailored Days,Gleaming Night´´(Vogue Octubre de 1968).

Esta obra supuso un cambio en la estética tradicional por una perspectiva más moderna, ya que el fotógrafo logro crear una síntesis perfecta entre el paisaje que ofrece la Alhambra de Granada y la obra de los maestros de Alta Costura de España. Henry Clarke fue el principal referente inmortalizando el diseño español en los lugares más emblemáticos de nuestra geografía, ya que tenía una capacidad brutal para unir el escenario monumental y las piezas de alta costura.

El espacio expositivo tiene como principal objetivo unir la transcendencia del legado de este reportaje que tuvo repercusión internacional, con una visión analítica sobre los personajes que lo hicieron posible.

En las fotografías estuvo presente la modelo Moyra Swan, portando creaciones de día y noche de firmas como Manuel Pertegaz, Elio Berhanyer o Carmen Mir en lugares tan brillantes como el mirador de Lindaraja.

La década de los 60 adopto el nombre de «Época Dorada de la moda española ´´, ya que los diseñadores de moda Españoles comenzaron a tener transcendencia internacional mediante las revistas más famosas de la época, además de ser una revolución para los escaparates más importantes de Nueva York (Bergford Goodman), que fueron un importante método de difusión de la moda Española para el mundo.

El marco histórico en el que se contextualiza la exposición es el régimen franquista, una época marcada por el aprovechamiento turístico del sector de la moda bajo el lema«Spain is different´´. Además el espacio expositivo pretende visibilizar el trabajo de referentes femeninas del sector de la alta costura en la década de los 50 y 60 como Flora Villarreal o Asunción Bastida.

¿Qué encontrarás en la exposición?

Entre los muros de la capilla del palacio de Carlos V podrás disfrutar de más 250 enseres cedidos por prestadores como el Museo del Traje, el Museo de Terrasa o el Palais Galliera de París, además de diversos prestamos procedentes de colecciones de particulares. Una selección de Piezas Textiles de diseñadores y diseñadoras Españoles que comenzaron a ser influyentes en la época, para reivindicar así la labor de los diseñadores que estuvieron presentes en las mejores revistas de moda de la época y que mostraron sus piezas en los grandes escaparates de New york, como Cristóbal Balenciaga, Manuel Pertegaz, Pedro Rovira, Carmen Mir, Flora Villareal y Asunción Bastida, más de 50 fotos de Clarke en los que retrata rostros tan conocidos como el de la duquesa de Alba, enseres personales del mismo, ejemplares originales de las diferentes

ediciones de la revista Vogue de la época, además de piezas arquitectónicas y de artes decorativas entre las que se encuentran celosías  y alicatados originales de la Alhambra ,que nos descubren una Alhambra como fuente de inspiración para artistas como Joaquín Sorolla, Mariano Fortuny,Lopez Mezquita,M.C.Escher o Alberto Schormmer.

De la misma manera, el conjunto monumental esta también presente como fuente de inspiración de figuras literarias como Washington Irving, Salman Rushdie o Antonio Gala.

El espacio se transforma en una ruta hasta cierto punto laberíntica, con una dinámica creada a partir de espejos y reflejos. Aborda en la primera sala la primera sala, los inicios y el legado de Henry Clarke, en la segunda, la edad de Oro de la moda Española, en la tercera, obras artísticas inspiradas por la Alhambra, en la cuarta el legado de la fotógrafa Louise Dahl-Wolfe y por último  en la cripta del Palacio de Carlos V se vuelven a reunir los protagonistas de este gran reportaje, mediante piezas patrimoniales originales de la Alhambra y cinco vestidos, que permiten recordar el periodo donde la moda española y la belleza nazarí eran una conjunción perfecta.

Henry Clarke, retratista elegante

Henry Clarke fue un fotógrafo norteamericano que nació en los Ángeles en 1918 y murió en Cannes en 1996.Considerado un revolucionario de la fotografía de los años 50 y 60, trabajo para las diversas ediciones de la revista Vogue desde las décadas de los 50 a los 80.

Obtuvo su primer empleo como escaparatista al mudarse con 20 años a San Francisco, en una reconocida firma de artículos de lujo llamada I.Magnin. Su momento como fotógrafo no llega hasta que se muda a New York en 1946, donde trabaja como asistente de fotografía para Vogue. En esta etapa es alumno de fotógrafos de la talla de Cecil Beaton, Irving Penn y Horst P.Horst (principales referentes de la fotografía de moda de la época),partidarios de una estética tradicional que en ocasiones era semejante a una imagen irreal.

Henry Clarke es considerado un revolucionario para el mundo de la fotografía de la época, ya que rompió con la estética anterior, pues creó un concepto más moderno donde tuvo gran importancia su experiencia como fotógrafo de guerra, utilizando la Rolleiflex para tener mayor movilidad.

Tras descubrir su vocación por la fotografía, decide empezar sus estudios en la New School for Social Research de Nueva York, donde aprendió de la mano de Alekséi Brodóvich (director artístico de de la revista Harper´s Bazaar), además de ser un referente para grandes fotógrafos como Richard Avedon, Hiro o Garry Winogrand.

Posteriormente, Clarke adquirió renombre como fotógrafo independiente cuando se mudó en 1949 a París, por lo que se convirtió en el más parisino de los fotógrafos norteamericanos. En esta etapa Clarke trabajó para las casas de diseñadores de alta costura más famosas de la época como Chanel, Balenciaga, Dior y Fath; en revistas como Harper´s Bazzar y Femina, además de retratar a rostros tan conocidos como Sofia Loren, Coco Chanel, Anna Magnani o Truman Capote.

Vogue Paris es sin ninguna duda la casa para la que más trabajos realizo Clarke, ya que firmó con Alexander Liberman para diversas ediciones americanas, francesas y británicas de la misma revista. Todos estos contratos fueron el motivo de la conocida como «moda de viajes´ , donde realizo reportajes fotográficos en países como Portugal, España, Brasil, Turquía, México, India, Siria, Irán y Italia. En esta época sus fotografías fueron comparadas con las de Irving Penn, pues el estilo que resaltaba la elegancia femenina sin formalismo técnico era similar en el trabajo de ambos, considerando a Clarke uno de los grandes fotógrafos del siglo XX.

Esta experiencia vital posiciona a Henry Clarke de la misma manera como un referente a la hora de combinar la inmediatez del fotoperiodismo con la estética de la fotografía de moda.

Henry Clarke representa la figura del hombre discreto, de modales impecables y cautivador. Plasma a la perfección en cada una de sus fotografías su propia personalidad mediante una visión bella e inteligente, siendo de esta manera una figura imprescindible para conocer el contexto de la moda de Alta Costura en la década de los 50 y 60. Además el fotógrafo capta de una manera impecable el simbolismo histórico de la sexualidad y la figura de la mujer moderna cosmopolita,que sus fotos se caracterizaban por usar colores vivos y un amplio abanico étnico.

La época dorada de la moda Española

El homenaje a los años 50 y 60, décadas álgidas de la moda española, es otro de los principales motivos de la creación de la exposición. Esta etapa supuso la expansión del mercado de la alta costura español en el mercado internacional, ya que las creaciones de los diseñadores de la época fueron objeto de exhibición de las mejores casas de moda del mundo. En este momento, el mercado español fue un gran competidor del mercado francés (mayor vendedor de alta costura del momento), ya que el producto Español se presentaba de una forma muy atractiva, con una calidad superior a los talleres Parisinos y con un coste inferior al que mantenían los principales mercados internacionales.

Así mismo la moda Española se incluye en los organigramas de Madrid editor, desempeñados por Elizabeth H.Buckley y Aline Griffith, condesa de Romanones.

Estos proyectos marcaron un antes y un después en la moda de España ya, qué en este periodo político, comercial y promocional, las creaciones de diseñadores como Elio Berhanyer, Cristóbal Balenciaga, Manuel Pertegaz o Carmen Mir se difundieron en formatos de referencia norteamericanos como Vogue y Harper´s Bazaar.

Además, políticamente el ministerio de Turismo y, información crea la Oficina de Promoción de la moda española, que transforma el brillante enfoque que mantenía la moda en la época en un reclamo turístico para el extranjero mediante los reportajes realizados en monumentos y espacios patrimoniales como la sinagoga de Santa

María la Blanca de Toledo, el palacio de la música de Barcelona o la Alhambra de Granada.

Louise Dahl-Wolfe

Louise Dahl-Wolfe fue una fotógrafa que nació en San Francisco en 1895 y murió en Nueva Jersey. Es una de las grandes fotógrafas norteamericanas más importantes del siglo XX, jugó un papel crucial en la historia de la fotografía creando sin duda, un estilo propio, innovador, moderno y revolucionario. Su trabajo redefinió la estética de la fotográfica de los años 30, sobre todo, en la fotografía de moda y la imagen de la mujer de aquella época, transformándose así en un referente para grandes fotógrafos como Irving Penn, Richard Avedon o Horst P.Horst.

Estudió historia del arte, anatomía, teoría de los colores, interiorismo y dibujo al natural para lograr tener un estilo propio que la haría fácil de reconocer en su obra mediante una composición y unos contrastes muy cuidados. Llego a la fotografía tras intentar sin éxito dedicarse a la pintura que abandono en 1919, cuando uno de sus profesores definió su trabajo como «la esencia de la superficialidad´´, aún así ella continuó desarrollando su creatividad estudiando dibujo, arquitectura y diseño en Nueva York.

Dahl-Wolfe decía acercarse a la fotografía para poder «pintar con luz´´, trabajaba en blanco y negro y en color, tenía como principal inspiración a la mujer y fue precursora de la iluminación natural y la fotografía en exteriores. Su trabajo se denominó como «Environmental Fashion Photography´, además de adoptar el rol de ser un estándar para la industria fotográfica.

La fotógrafa americana trabajo para las mejores modelos de moda del momento, numerosas estrellas de Hollywood, referentes del mundo de la cultura y el arte, además de ser la artífice de casi un centenar de la revista Harper´s Bazaar (destacando un reportaje en la Alhambra de Granada en 1953).

La Alhambra como fuente de inspiración

El reportaje «The Special Style of Spain for Tailored Days´´ comenzaba de esta manera: «Emocionantes las colecciones españolas de este año, con esplendidos cortes, abrigos de pura sastrería, formas vivaces y buen punto, Looks de noche en negro y con purpurinas.  Todo fotografiado en la Alhambra, en Granada…´´

El arte en Granada siempre ha impresionado a todo visitante, ya que se caracteriza por el predominio del color, las formas de su arquitectura sensorial, la suntuosa decoración, la luz, la armonía y la espiritualidad, creando mediante esta síntesis una imagen de belleza plena. Debido al gran atractivo estético que supone la Alhambra de Granada, en el siglo XIX, los viajeros románticos comienzan a visitar Andalucía y en particular, Granada en busca de lo oriental y exótico sin salir de Europa.

La Alhambra de Granada ha sido objeto de inspiración de autores literarios como Salman Rushdie o Antonio Gala, pero sin lugar a duda uno de los visitantes más importantes de la Alhambra fue Washington Irving, que vivió en diferentes estancias del recinto nazarí durante tres meses en el año 1829. Esta estancia dio lugar a su obra más conocida que recibe el nombre de «Cuentos de la Alhambra´´, una obra publicada en 1832 por Lea & Carey en Filadelfiatras, tras tres años de sestancia en el recinto monumental, siendo un conjunto de cuentos y bosquejos entre moros y españoles. En la obra original se mezclan una serie de cuentos y narraciones donde el propio autor es el hilo conductor en un marco como la Alhambra que deja extasiado al mismo por la majestuosidad del monumento, mostrando de esta manera un rico retrato de la granada de la época.

En el reportaje de 1968, Henry Clarke nos muestra una serie de fotos en las que están presentes prendas de grandes maestros de costura. La principal fuente de inspiración para la elaboración de las piezas de sastrería es la propia ciudad palatina y el arte nazarí, mediante elementos como celosías, alicatados o la propia vegetación del conjunto monumental. Además, el monumento es de la misma manera una fuente de inspiración para diversos ámbitos como la poesía, la música, la pintura y, por supuesto la fotografía.

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