El metaverso y sus consecuencias dentro de la Comunicación Digital
Este ensayo de comunicación digital se basará en la tesis que aborda el “metaverso” cómo un futuro elemento consolidador del concepto de aldea global y, sobre todo y más importante, como un aspecto potenciador de la aparición de la nueva cuarta era de los medios. Apreciando la importancia de conocer esto para la correcta adaptación de la comunicación dentro de este nuevo mundo digital.
Dicho esto, se habrían de aclarar algunos puntos, o mejor dicho, algunas preguntas importantes: ¿Qué es el metaverso? ¿Qué es la aldea global? ¿Y qué es eso de la nueva cuarta era de los medios?
El metaverso, término acuñado por Neal Stephenson en su novela Snow Crash (1992), es nada más y nada menos que la extensión del propio universo, es decir, a partir de experiencias inmersivas y multisensoriales dentro un universo digital empezaremos a engañar al cerebro, a ver como la frontera entre la realidad real, valga la redundancia, y la realidad digital se puede ir disipando, consiguiendo su objetivo: que analicemos, que actuemos y que sintamos en consecuencia.
Imagínese la complejidad del asunto y las “novedades” que esto puede traer, además de las aplicaciones que se pueden dar desde la comunicación digital.
El metaverso llegará para quedarse y no pretende ser el nuevo medio, sino ser el medio. Una vida paralela dentro de otra realidad, el éxodo masivo a lo digital.
Podrás comprar casas, ropa, zapatillas, mascotas, incluso asistir a conciertos de tus artistas favoritos, pero es que además, obviamente, las marcas se anunciarán allí y todo sin la necesidad de que tú, como usuario, tengas que moverte de la comodidad de tu salón.
Por eso mismo, importantes y famosas corporaciones y tecnológicas como la “recién desaparecida” Facebook, que ahora se llama Meta en alusión obvia al proyecto del metaverso, ya está apostando por esto. Mark Zuckerberg, CEO de los de Meta, habla de que en cinco o diez años será una realidad más que palpable. Pero no es la única, la importante empresa Nvidia, entre otras más, también está en ello.
Además, es curioso resaltar que actualmente el valor en acciones del metaverso está igual que el Bitcoin en el año 2013, por lo que se espera una gran llegada de inversores con su consecuente alzamiento en bolsa.
Es innegable que los futuros desarrollos tecnológicos y las nuevas tendencias dentro de las sociedades modernas ayudarán a una buena democratización de estos productos en el mercado, ya que se abaratará su tecnología y producción y, por consecuencia, se facilitará su comercialización. Hay estimaciones, como las de la consultora Bloomberg Intelligence, que estiman en 700.000 millones para 2024 dentro de dicho negocio del metaverso.
Unas «gafas» y nada más, todo eso será suficiente para vivir en otro mundo. ¿Para qué ibas a hacer una videollamada si puedes quedar en una habitación con quien desees conversar? ¿Se imaginan una cita amorosa en el metaverso? Estas y miles de preguntas más sobre el tema responde a las miles de posibilidades que se abren con esta nueva coyuntura.
Por lo que, como se decía y resumiendo un poco, este metaverso será un espacio donde los usuarios, humanos representados por avatares, se relacionarán social y económicamente. Si lo queremos ver así, sería una especie de red social, pero tan inmersiva que se puede convertir en la misma realidad. Yo, incluso, me atrevería a decir que más que una red social sería una especie de aldea.
José María Álvarez-Pallete, actual presidente ejecutivo de Telefónica, hablaba ya este noviembre de 2021 de una futurible un tanto distópica y negativa desde su opinión. Según él, podría caber la posibilidad de que cada tecnológica creadora de estos metaversos los convirtiese en auténticos países con sus reglas y sus monedas propias, incluso con sus propias obras de arte ¿Pero es que acaso los famosos NFT (Non Fungibles Tokens) no son ya obras de arte en sí dentro de la realidad digital actual? También hay que pensar los intereses, e incluso desintereses, que esto puede traer a cada empresario o sector económico.
En definitiva, este tema y todo lo que lo envuelve es muy complicado en lo que asimilar y, sobre todo, opinar se refiere. Aún más todavía si estás opiniones se quieren basar en fuentes neutrales y, sobre todo, fiables. Aunque una cosa sí es predecible, y es que ayudará a lograr consolidar el concepto de aldea global radicalmente, además de que cambiará los paradigmas de los actuales medios de comunicación existentes de manera sustancial, provocando la cuarta era de los medios como se decía anteriormente.
Pero para entender mejor cómo el metaverso va a cambiar todo esto, hay que entender el concepto de la aldea global y el concepto de las eras en los medios que se mencionaba.
La aldea Global, término acuñado por el aclamado sociólogo Mcluhan, hace referencia a la digamos comunidad que se forma, o se ha formado, con la «eliminación» de las fronteras existentes entre los habitantes de esta esfera llamada Tierra. Es decir, una persona de Barcelona puede hablar en tiempo real con alguien que se encuentre en Filipinas o alguien puede estar trabajando desde casa y que su compañero de «oficina» esté en su casa también, incluso aunque esté en otra ciudad o país.
¿Y porque pasa esto? Porque las fronteras físicas o/y políticas no se han eliminado, de ahí el entrecomillado en la palabra «eliminación» del párrafo anterior. La respuesta es el avance tecnológico con su consecuente avance también en el mundo de la comunicación. ¿Podría hablar el barcelonés que hemos puesto de ejemplo con el filipino si no tuviesen un dispositivo adecuado y una red de Internet? La verdad es que es obvio que no, pero también es evidente que aunque no se hayan eliminado las fronteras físicas y políticas sí hay una «frontera» que se ha eliminado: la de la interacción.
Y es que, además, el fenómeno de homogeneización dentro de esta dicha aldea global es un hecho. Mi abuelo, cuando tenía veinte años, era muy diferente a un francés de su misma edad comparado con lo que nos podemos a llegar a parecer actualmente un francés y un español, obviando las diferentes características culturales, lingüísticas y demás diferencias que complementan la identidad individual y comunitaria de cada uno. Aunque sí que es verdad que la generalización y propagación del inglés como idioma unificador de este «movimiento» también ayuda a la consolidación de dicha aldea global.
Dicho esto, solo hace falta levantar la vista en la calle, o mejor incluso, bajar la vista hacia nuestro teléfono inteligente para darnos cuenta de lo referido con todo esto.
Ya se conocen miles de retos virales en Tiktok que empiezan en Estados Unidos y se acaban llevando a cabo en todo el globo debido a la viralización de esta, digamos, información o contenido.
Así que, para resumir un poco el concepto de aldea global, se podría decir que es el mundo actual donde vivimos. Un mundo y un momento donde siendo de Colombia puedes consumir cine de Bulgaria, sin ningún tipo de dificultad, o donde estando tú en Burgos puedes hablar con tus abuelos que viven en Pamplona. Pero es que, como se decía, es el mundo actual donde vivimos, es decir, no siempre ha sido así y aquí es cuando entra el concepto de lo de las eras de los medios.
Tu abuelo no vivía en el mismo nivel de aldea global en el que tu vives, no tenía ni por asomo la cercanía que tienes tú con otras culturas ajenas a la tuya, o simplemente nunca llevó a cabo la interacción que realizamos en las redes todos los días con gente de cualquier parte del mapa. Pero es que tú antepasado del siglo XII tampoco vivía ni de casualidad en el «tipo» de aldea global que vivió tu abuelo en su juventud. Y ¿Porqué? Pues por qué la era que ellos vivieron era otra a la actual.
En total, Mcluhan, padre teórico de la aldea global y del concepto ahora mencionado, diferenciaba de tres etapas diferenciadas existentes dentro de los medios y sus avances tecnológicos, es decir, 3 eras de los medios existentes. La primera etapa haría referencia a la etapa de auditiva, la segunda a la etapa escrita y la tercera a la etapa visual.
Por lo que, conociendo que hay ciertas etapas y niveles dentro de la aldea global y que dependen también de la era de los medios que este desarrollando en ese instante, podemos hacernos una idea más ordenada y nítida sobre el metaverso y su influencia en el mundo de las comunicaciones, pero también sobre las consecuencias del metaverso dentro de esta sociedad cada vez más conectada y globalizada.
La primera era, la etapa pre-escritura, que se caracterizaba por qué lo que mandaba era la palabra a viva voz. No existían ni folios, ni libretillas, ni tampoco obviamente los teléfonos móviles. Por lo que todo lo relacionado con la comunicación dentro de las poblaciones humanas que existían en dicha época tenía rasgos e influencias de una educación y organización basada en la férrea autoridad y la diferenciada jerarquía entre sus habitantes. Ya que todo lo que decía «el jefe» iba a ser más escuchado y, por consecuencia, iba a perdurar y a sobrevivir a través del boca a boca mucho más tiempo que lo que decía un «don nadie» perteneciente a estas poblaciones humanas, incluso puede que lo que dijese este jefe sobreviviese generaciones y generaciones debido a la importancia de este dentro de esta sociedad aún desconocedora de la escritura.
La segunda era, la etapa escrita, hace referencia al momento en el que el ser humano ya cuenta con la escritura dentro de sus saberes y lleva a cabo su vida con esta tecnología. Los humanos empiezan a escribir para ordenarse, organizarse y conocerse a sí mismos y a sus antepasados. Es decir, se crean los primeros escritos para saber el inventario de comida del que se dispone, pero es que después acaban creándose escritos sobre filosofía, política o historia, por ejemplo, o incluso periódicos. Esto aumenta, obviamente, con la proliferación, o mejor dicho, la democratización de estos escritos con la invención que tiene Gutenberg, invención llamada imprenta, que por cierto ayudará a la consolidación y la creación de vínculos tanto emocionales como intelectuales entre gente de diferentes puntos geográficos.
En el siglo XIX «un argentino» con conocimientos en la lengua inglesa podía leer un libro proveniente de Inglaterra, como uno de Shakespeare por poner un ejemplo, que ya había sido escrito hace tiempo, y entender un poco más de, no solo la cabeza de este tal Shakespeare, sino del digamos sentir de la ciudadanía inglesa del momento coetáneo a este autor. Pero es que también un inglés podía leer ahora, debido a la propagación y entusiasmos por estos libros que hubo en la época, un libro clásico, como un libro de historia escrito por Heródoto o leer una bella historia como la Ilíada de Homero y realizar el mismo acto de digamos empatía o conocimiento sobre el sentir de las gentes que vivieron durante las épocas de los clásicos griegos o romanos. Esto era todo una revolución, todo un cambio de paradigma que provocó cosas como la Ilustración, imagínese el cambio, además ya se sabe que el conocimiento es poder.
La tercera etapa ya haría referencia a la era electrónica. Salen los nuevos medios de comunicación de masas como la tele o, mucho más tarde, el internet. Y empieza a propagarse la información y a realizarse los fenómenos antes mencionados de empatía y propagación de información y conocimiento mucho más rápido y de manera mucho más eficiente. Además ahora primaría la imagen audiovisual. Es decir ya no haría falta leer un libro o estar delante del jefe para saber con plena seguridad lo que decía. Sino que con la tele ya se podía escuchar un discurso de un político a toda la nación o incluso crear historias entretenidas como ocurre en algunos libros para llevarlas a la pantalla, eliminando barreras como la educación, ya que aunque no supieses leer podías consumir por fin esa historia y además no tenías que esperar a que llegase un trovador a leértela por ti, sino que podías verla miles de veces ya que estaba grabada, copiada y distribuida por todo el mapa. Todo un cambio radical del paradigma existente.
Y ahora es donde entra el metaverso. Si la primera etapa la gente se basaría en la palabra, la segunda en los escrito y la tercera en las imágenes… ¿En que se basaría la nueva y cuarta era de los medios que mencionábamos? Pues en la experiencia, palabra definitoria del metaverso en si. Y esto es algo que cambiará de nuevo, como ya ha pasado anteriormente, el paradigma de la aldea global existente y de la comunicación social en general. ¿ Cómo se adaptarán los medios a este nuevo cambio? ¿Y las personas? ¿Saldrán nuevos tipos de sociedades y formas de organización debido a esto? Ya vimos que pasó con los medios de comunicación de masas y los totalitarismos del siglo XX.
Por lo que, para concluir, podemos observar que tanto el concepto de aldea global como el concepto de era de lo medios se deben de entender juntos para entender uno u otro por separado. La aldea global y su interacción e intercomunicación depende obviamente de la tecnología de la que disponga con su consecuente situación dentro de las comunicaciones. Y eso es el metaverso, un salto enorme, un cambio tecnológico que traerá cosas no vividas nunca antes por ningún humano. Un cambio que traerá la cuarta era de los medios y una consolidación de una aldea global cada vez más globalizada, valga la redundancia, pero a la vez y sobre todo más pequeña. Ya no es que hables con el de Australia estando tú en Segovia, es que podrás tocarlo, sentirlo. Ya no solo se eliminará la frontera de la interacción, sino de la experiencia real. Y en base a eso se tendrá que adaptar la comunicación en este caso digital al medio. Un medio que será como la calle de las ciudades, pero situada en el salón de tu casa. Un medio que será como el móvil donde ves un vídeo, pero ahora estará siendo plasmado en tu…»cabeza».