Adiós, José Ramón Sandoval
En España hay cerca de 42 millones de entrenadores, y por ello la opinión de cada cual es diferente… yo quiero compartir la mía.
Resumen de la situación del Granada Club de Fútbol para todos aquellos que no sepan: destituyen al mejor entrenador que ha tenido el Granada, (al menos en los últimos años de Primera División). Que no se entiende con la plantilla, nada va bien en el vestuario y todo esto aparte de un problema aún mayor; este equipo es como una rata de laboratorio con la que experimentar.
Problemas internos: parece que NADIE, y con esto quiero incluir a todo personal que forma el club, NADIE (reitero) siente los colores como para defender el escudo. Cada jugador tiene algo que objetar acerca de alguien perteneciente al conjunto, y entre estos problemas, como alguien tiene que salir perjudicado siempre, ¿Quién iba a ser sino el entrenador?
Desde un punto de vista de aficionada, escribo esta entrada porque, aparte de dedicarme al fútbol, durante estos años este equipo ha despertado algo de sentimiento en mí, y eso que no es mi favorito… Hoy, a las 21:50 escribo pensando en José Ramón Sandoval; quien ha agotado ya todas sus cartas, quien ha intentado todo con esta plantilla, y quien ha conseguido hacer de partidos netamente aburridos, bastante entretenidos, con posibilidades y esperanzas, se va un entrenador que tiene el consentimiento de la grada, la afición está con él.
Señores, señoras, nos encontramos en una situación complicada, en la que se ha aplicado la ley no escrita del fútbol: destituir al entrenador, trayendo así un técnico sin posibilidad de fichar, y, probablemente apostando por un juego completamente defensivo con tan solo una opción en la delantera por si «suena la flauta» en algún contra-ataque; es decir, vuelta a lo aburrido y monótono de estos años atrás, y atrevo a decir que aún peor, porque al menos antes teníamos algún que otro jugador de calidad.
Sin embargo había otra opción llamativa y valiente:
Lo ideal habría sido (desde mi humilde punto de vista), que el señor presidente, junto al capitán y el ex-técnico hablaran a los medios diciendo de forma clara, contundente, con convencimiento y unión, que si han de morir que sea con las botas puestas, haciendo buen fútbol, todos a una hasta el final.
Ahora todo parece que se esfuma después de esta (para mí) malísima noticia.
Solo me queda desear suerte tanto al entrenador que se marcha sin un solo pitido por parte de la afición, como al resto del club que ahora mismo, se encuentra a la deriva…