Análisis: Rick y Morty
Justin Roiland y Dan Harmon crearon en 2013 Rick y Morty para la cadena televisiva Adult Swim. Esta serie animada nos sumerge en un mundo de ciencia ficción cargada de un humor no apto para todos los públicos.
Rick Sánchez es el protagonista principal, un científico loco y alcohólico que vive con la familia de su hija, a la que abandonó hace 20 años. Su nieto, Morty, es un adolescente onanista, un poco ingenuo, incapaz de comprender la dinámica de su abuelo, que le lleva a viajar por el espacio y las diferentes dimensiones. En la trama abundan temas tan serios como la existencia o el bien y el mal de una manera frívola y cínica.
Vivir en el siglo XXI supone saber que nuestro mundo es insignificante comparado con las posibilidades del universo. Las religiones dejan de tener sentido porque nuestros dioses se quedan pequeños. Quien niegue este hecho aún debe pasar la fase de crisis de identidad que propuso Nietzsche. Rick comprende y asume este hecho por lo tanto, es un nihilista que no pierde el tiempo en buscar respuestas sobre nuestra existencia. Su único deseo es ser la persona más inteligente de todos los universos y embriagarse con ello. Y digo “de todos los universos” porque en la serie se presenta, no solo un universo infinito, sino infinitos universos paralelos. Tal vez por eso Rick y Morty, con tan solo dos temporadas, se ha convertido en un fenómeno global y en una serie de culto. Pone en jaque todo pensamiento arraigado en nuestra sociedad y con cada capítulo nos hace reflexionar sobre lo absurdo que puede llegar a ser nuestro día a día.
Ésto es algo difícil de asimilar para Morty, un joven de 14 años que llega a destruir la vida en la Tierra por intentar tener sexo con una chica que le gusta. Es lo contrario a Rick, podríamos decir que Morty es propenso a las crisis existenciales a medida que es consciente de la realidad y el nulo sentido de la existencia.
A lo largo de la serie se plantean diferentes cuestiones, con la aparición de distintos personajes: el bien y el mal, el amor, la muerte o el poder y la política. La muerte es un hecho inevitable y no se puede revertir, pero igual que en una realidad mueres, en un universo paralelo no y quizá en ese universo jamás te casaste con la persona a la que amas, o eres una persona exitosa que se mete cocaína en las fiestas con Johnny Depp. No hay un bien y un mal, da igual lo que hagas porque en una realidad con infinitas posibilidades todo puede suceder, por ello la moralidad no les acompaña en sus aventuras. No hacer nada es como dejar que algo suceda, por eso Rick prefiere sacar beneficio y vender armas intergalácticas para costearse sus extravagantes vicios. La serie no suaviza los problemas, te los presenta de manera cruda con un negro sentido del humor y nunca hay una moraleja. No hay moraleja porque cuando parece que los personajes aprenderán de sus errores lo que hacen es vengarse, como por ejemplo entrenar para darle una paliza al mismísimo Diablo.
Dejando a un lado las reflexiones que la serie plantea, Rick y Morty tiene más referencias a la literatura o a la cultura pop de las que esperas con un simple vistazo. Justin Roiland creó una caricatura de “Regreso al futuro” que más tarde evolucionaría hasta lo que es hoy Rick y Morty. En la propia serie hay un capítulo donde tratan el tema de una noche de purga, como la famosa película “ The purgue”. No obstante en los veinte minutos que dura el capítulo te explica mejor la trama y el porqué de una noche de purga que un metraje de más de una hora. Podemos ver cameos a series consagradas como “Los Simpson” o películas famosas como “Inception” de Christopher Nolan o “Nightmare on Elm Street”, entrando irónicamente en una pesadilla de la parodia de Freddy Krueger. También hay una referencia a “Jurassic Park” cuando Rick crea un parque anatómico dentro de un vagabundo donde puedes visitar el interior de su cuerpo y ver a la hepatitis C acaba con la hepatitis A, una clara referencia a la famosa escena de “Jurassic Park” cuando el T-Rex ataca al velocirraptor para comérselo. Por último mencionaré una divertida transformación de Garfield en Gazorpazorpfield, un gato al que le encantan las enchiladas en lugar de la lasaña y no lidia tranquilamente con su amo John, sino que le odio e insulta.
Una vez ya conoces la serie animada de Adult Swim te aconsejo la veas y te diviertas porque, seamos francos, si estás leyendo ésto ahora mismo no hay nada tan importante que evite ponerte el primer capítulo. Como dice nuestro amigo Morty: «Nadie existe a propósito, nadie pertenece a ningún sitio. Todos vamos a morir.» Ven a ver la tele.