Crítica: Truman
«Soy mejor director con vosotros», piropeó Cesc Gay desde el escenario a Ricardo Darín y Javier Cámara, protagonistas de Truman. Película ganadora de los premios Goya además de haber recibido cinco nominaciones más; a mejor director, mejor actor protagonista, mejor actor de reparto, mejor guión original y mejor montaje. Película dirigida por el barcelonés Cesc Gay, quien escribió el guión junto a Tomás Aragay. La música está a cargo de Nico Cota y Toti Soler y la fotografía de Andreu Rebés. Cuenta entre su reparto con Ricardo Darín, Javier Cámara y Dolores Fonzi entres otros.
Truman es una película de género cómico-dramático, que muestra el apoyo y la unión en un momento muy delicado. Julián y Tomás, dos amigos de la infancia que han llegado a la madurez, se reúnen después de muchos años y pasan juntos cuatro días memorables, ya que este será su último encuentro, la despedida.
Cesc Gay cuenta una historia en la que Julián sufre cáncer, personaje que proporciona una visión real sobre la aceptación de la muerte. Cómo cada persona elige poder morir. El respeto que cada uno debe tenerse en ese momento. Darín da una lección vital en el papel del protagonista de cómo uno tiene que tener dignidad incluso a la hora de asumir algo tan inevitable como la muerte. Su propia muerte.
Esta película muestra, no solo el cariño entre dos amigos, ese cariño, a veces, difícil de conseguir entre hombres. Cesc ha querido mostrar la amistad que para dos mujeres es tan fácil de expresar. Visión que consigue sobradamente transmitir, con esa estrecha relación de amistad entre ellos.
Sin duda alguna, Truman es una película que cala hondo. Julián programa su muerte antes de que pase. La cercanía con sus seres queridos, Paula, Nico. Encarga su funeral y busca un hogar para Truman, su perro.
Película española con un alto nivel moral que ayuda a captar el punto de vista del director y hace llegar exactamente aquello que Cesc se propone. Ganadora y nominada con mucho sentido. Un «hurra» por el cine español.