El Callejón de las Almas Perdidas: un thriller noir más que complejo

La nueva película de Guillermo del Toro, sin dudas, una película singular y a su vez interesante. A diferencia de otras críticas, no es para nada una peli malograda. Esta cinta adapta la novela del escritor William Lindsay Gresham. Este autor la escribió en el año 1946 y tuvo la inspiración durante la Guerra Civil española. En un pueblo se acercó a una feria donde había un borracho que salía adelante a base de alcohol. Los feriantes hacían uso de él como monstruo. Le daba gallinas y serpientes vivas para que las devoraba delante de los espectadores. Es la segunda vez que se lleva esta historia a la gran pantalla. La primera es del 47 y estaba dirigida por el cineasta Edmund Goulding.

El director mexicano nació en Guadalajara en el año 1964. Un cineasta cinéfilo, fanático y con vocación por el genero fantástico y del terror. Su nueva obra se centra en la mentira y en la manipulación. El personaje a que da vida Bradley Cooper tiene un carácter impermeable debido a su falta de empatía. Tanto en él como en el resto de los personajes están trabajados de manera que resulten sutiles y te cueste percibir como son realmente.

El director quiere reflejar con este filme la semejanza que hay con la sociedad contemporánea: un mundo donde ya no se puede diferenciar la verdad de la mentira. El guion ha sido escrito por su esposa, Kim Morgan, que es crítica de cine. Este sería su primer trabajo convencional.

La peli está dividida en tres partes.  Con un presupuesto a lo grande, la obra tiene un embalaje vistoso de ver, sobre todo la gama de colores con la que marca distinción del primer al tercer acto. En la primera parte son mas llamativos y la tercera más fríos. Refleja el proceso del ascenso y la caída del personaje principal que son los códigos a seguir del propio cine noir. 

A pesar de la duración de más de dos horas y media no llega a sentirse pesada ni tener momento valle. No es una historia que en ningún momento se llega a sentir inflada y es en el segundo acto cuando la historia empieza a tener forma.

En general, es una cinta que merece la pena verla en pantalla grande, profundizar en ella y que cada espectador tenga su propia conclusión, porque es con lo que juega la película. Además de que el director hace uso de un terror latente enfocadas en la figura del ser humano y en la complejidad de su psicología. Todo el desarrollo, la peli desemboca en un cierre cuyo final es meritorio.

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