Licorice Pizza: el amor no entiende de edad

Licorice Pizza, la nueva cinta de Paul Thomas Anderson es desde ya su gran obra. Es una cinta con toques de American Graffiti de George Lucas mezclado con la historia de amor entre dos personas con una diferencia de edad. Una peli que también resalta elementos autobiográficos de su infancia en la década de los 70. No solo ha dirigido, si no que también ha escrito, producido y hasta fotografiado.

La fotografía ha sido compartida junto a Michael Bauman, que es su primera vez en un largometraje. Andy Jurgensen, el montador, también fue su primera vez en un filme. Por otro lado está Alana Haim, la protagonista principal que forma parte del grupo musical HAIM, que también es su primera vez como actriz. Para finalizar, está Cooper Hoffman, que es el actor protagonista e hijo del actor fallecido, Philip Seymour Hoffman. También es su primer largometraje, por lo que se percibe el atrevimiento de la cinta de resaltar frescura en sus imágenes.

El director norteamericano nació en 1960, que es uno de los mejores realizadores de la actualidad. Es su novena película, la cual se suma a su racha de ofrecer grandes obras. Los dos protagonistas están inverosímiles, además de alejarse del tópico de actores jóvenes guapos de Hollywood.

La historia está centrada en el verano de 1973, en la que al mismo tiempo va indagando en el amor y desamor de estos jóvenes. Una cinta que sabe hablar bien de enamorarse, sin ser nada empalagosa, en la que se muestra tanto lo bueno como lo malo. No prescinde de un gran dramatismo porque en sí la cinta quiere que el espectador se deje llevar con los dos personajes.

Con tan solo 18 años, Cooper Hoffman resalta su gran carisma en la gran pantalla. Todo lo que sucede se siente importante y eso es debido a la manera en saber contar la historia por parte del director. Cada escena logra que cobre su importancia ligado a la emoción que transmite la misma.

Esta cinta demuestra que Paul Thomas Anderson se suma a la primera división de los directores cuya visión es clásica. A través de la puesta en escena logra que el espectador se sienta placentero con ella, acompañado de unos planos secuencia elegantes. También se recurre a grandes hits de los 70, entre ellas Life on Mars? de David Bowie.

Debido a que el director también ha trabajado en el mundo del videoclip, sabe manejar secuencias fluidas. Al inicio de su carrera se le comparaba con Quentin Tarantino, en este caso de saber mostrar su punto de vista de una época y un lugar concreto. La manera en la que cuenta la historia de sus dos protagonistas, tanto juntos como por separado, puede resultar parecido a como lo hizo Tarantino con sus protagonistas de Erase Una Vez en Hollywood. No solo eso, si no también en parecerse por tener varias pelis dentro de la misma, cuyo eje es, aun así, la relación de los dos personajes.

En general es una cinta que seduce al espectador de crear la necesidad de querer vivir en esa época, además de recordar los momentos mas bellos de la juventud que es el amor y el desamor. Una peli cuyas nominaciones son más que merecidas, aunque cuesta creer que los dos actores principales no hayan recibido ninguna nominación.

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