Elemental, notable pero con algunas reservas
La nueva película de Pixar, Elemental, se encargó de clausurar el prestigioso Festival de Cannes. Como ferviente seguidor del cine de animación y, en particular, de las obras de Pixar, al ver esta nueva cinta, me dejó la sensación de haber disfrutado de una película notable.
La dirección de la cinta corre a cargo de Peter Sohn, nacido en 1977 en Nueva York. Previamente, ya había dirigido para Pixar el largometraje El viaje de Arlo, el cual se destacaba por su impresionante estética, aunque se notaba una falta de fuerza en la trama. Sohn es un miembro del estudio, con experiencia en el departamento de animación de películas como Brave y Buscando a Nemo.
El punto de partida de la película es un mundo donde los elementos viven, pero se les prohíbe interactuar entre sí. Es un concepto interesante: un lugar donde coexisten pero no pueden tener relaciones. Sin embargo, la trama se torna interesante cuando dos de estos elementos, Candela (fuego) y Milo (agua), desafían estas reglas y establecen una historia de amor y amistad.
Al ver el primer tráiler, se puede percibir una interesante fusión entre Zootrópolis y Del Revés. En el caso de Zootrópolis, comparte la idea de un mundo habitado, cuya historia se despliega a través de los distintos distritos de la ciudad. Este aspecto resulta fundamental en Elemental y, sin duda, es uno de los puntos más destacados de la película.
El diseño de los barrios y el acabado técnico de las imágenes, característico de las producciones de Pixar, se lucen en Elemental. La imaginación empleada para dar sentido a esos mundos es notable y es precisamente en esa faceta donde la película resalta.
Cuando se trata de explorar los elementos como personajes, la película no logra alcanzar la misma profundidad o el ingenio tan brillante como Del Revés o Soul, que presentan de manera magistral. No se acerca ni de lejos a ese nivel. En su lugar, se queda más en un recopilatorio de momentos ricos en anécdotas.
Se presenta dos mensajes muy definidos, típicos de la marca Disney, que resaltan su carácter integrador. Por un lado, se plantea una metáfora claramente anti-racista, donde los elementos no pueden unirse debido a las restricciones impuestas. En cierto sentido, la película evoca un ambiente similar a West Side Story, aunque sin llegar a la violencia.
El segundo mensaje es un retrato elocuente de la lucha por la independencia personal dentro del entorno familiar opresivo. La familia de Candela, marcada por su tradicionalismo, busca mantener un cierto control sobre ella, pero ella quiere seguir su propio camino.
Lo que realmente destaca en es su espléndido decorado. El retrato que presenta es rico en ciertos aspectos, como el ingenioso escenario de los elementos compartiendo el metro. El diseño visual y las ideas plasmadas en la película resultan verdaderamente atractivos.
En cuanto a los chistes, presenta una mezcla de aciertos y desaciertos. Siendo una comedia romántica, el humor se vuelve algo básico. Sin embargo, lo que evita que la película alcance el nivel de las mejores producciones de Pixar es su falta de profundidad metafísica.
Si hay algo en lo que Pixar siempre brilla, o casi siempre, es en el storytelling y en la creación de mundos. Ejemplos claros de esto serían películas icónicas como Toy Story, Monstruos, S.A. y la ya mencionada Del Revés, posiblemente una de las mejores obras de Pixar junto a Toy Story 2. Es evidente que tanto el punto de partida como las historias que presentan son sólidas.
No obstante, en Elemental falta el sentido de la historia o la aventura que normalmente caracteriza a las películas del estudio. Se percibe cierta falta de chispa en su desarrollo, lo que impide que la película alcance la categoría de sobresaliente y la sitúa en un nivel notable bajo.
En general, es una película que se disfruta con simpatía. A pesar de la falta de profundidad en la historia, no llegas a perder el interés, aún conociendo la trama de amor que se presenta. El desenlace es predecible, y es cierto que hubiera sido deseable un mayor esfuerzo, considerando que cuenta con cuatro guionistas involucrados en su creación.