West Side Story: un musical perfecto para la gran pantalla

Steven Spielberg es sinónimo de excelencia en el cine. Su filmografía perdura en la historia y este nuevo proyecto se suma a sus grandes obras. Nacido en Ohio en 1946, el director acumula una impresionante trayectoria de 75 años a sus espaldas.

Original vs remake

Este nuevo filme es un remake de la icónica película clásica de 1961, que celebra su 60 aniversario. Dirigida por Robert Wise y Jerome Robbins, esta película musical alcanzó la fama y fue galardonada con diez premios Oscar, incluyendo Mejor Película y Mejor Director. Se basa en la exitosa adaptación del musical de Broadway.

En la nueva adaptación, Spielberg ha optado por contar con un único actor principal, en este caso Ansel Elgort, mientras que el resto del elenco está compuesto por actores provenientes del mundo del teatro musical, la danza y el canto. Tanto la película original como el remake son, a su manera, una adaptación de Romeo y Julieta de William Shakespeare.

El cineasta logra comprender el espíritu original de la película clásica, respetando tanto la música de Leonard Bernstein como las coreografías de Jerome Robbins. Los bailes son sin duda sensacionales y constituyen lo mejor de la cinta. La composición y puesta en escena son idénticas a la versión de 1961 y funcionan de manera formidable.

A pesar de eso, el remake no es idéntico. La película presenta diferencias en aspectos como la planificación y la puesta en escena. Como suele hacer Spielberg, recurre a la narrativa clásica, al igual que Clint Eastwood, quienes son actualmente los dos únicos directores que siguen utilizando este enfoque.

Pequeños detalles que resaltan más que la original

Todas las secuencias centradas en los bailes se caracterizan por una planificación y un estilo clásico que hacen de la película un deleite por su elegancia y por la forma inteligente en que están llevadas a cabo. Otro acierto de Steven y su director de fotografía, Janusz Kaminski, es la recreación de un estilo fotográfico que ya no existe.

En esta nueva versión, se utiliza el technicolor, el mismo utilizado en la película original. Sin embargo, han reducido la intensidad de los colores para que la imagen digital recuerde a esta técnica. El guion, a cargo de Tony Kushner, respeta la esencia de la película original y añade toques mínimos que otorgan mayor relevancia a la igualdad y a la lucha contra el odio, por encima de los elementos clásicos.

Mensaje reivindicativo y necesario

Es cierto que el amor siempre se ha asociado con lo romántico. Sin embargo, en esta película se utiliza el amor como una herramienta de defensa contra el odio, el cual lamentablemente sigue presente en la sociedad actual. La narración de la película es claramente anti-racista y se opone al nacionalismo extremo.

La película, a través de la historia de amor de sus protagonistas, busca poner fin al resentimiento y la hostilidad entre las personas. Lamentablemente, el odio solo engendra más odio, lo que se refleja en un final trágico. Spielberg se aventura audazmente a instar a la sociedad a buscar la comprensión y el amor, en un momento en el que prevalece la indignación, especialmente en las redes sociales.

En general, es una película que logra impactar e incluso emocionar. Hay momentos de baile en los que los personajes parecen estar inmersos en un musical dentro de la propia película, sin necesidad de cantar canciones. A pesar de su duración, la película fluye de manera fluida y cautivadora, lo que la hace disfrutable para cualquier amante del cine. Es una recomendación en todos los aspectos, además de ser dirigida por el gran director de todos los tiempos, Steven Spielberg.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error: El contenido está protegido
A %d blogueros les gusta esto: