Más dura será la caída: crítica

Más dura será la caída es una película estrenada el 3 de noviembre en Netflix, se ha posicionado en el top 3 de las mejores películas de la plataforma. A pesar de su temprano estreno, todos los usuarios han disfrutado de esta increíble obra dirigida por el cantante, compositor y director británico Jeymes Samuel. Anteriormente, Samuel había dirigido varios cortos, pero decidió sumergirse en un proyecto impactante socialmente como esta película. Podemos apreciar la influencia del estilo de Tarantino, quien es conocido por películas como “Pulp Fiction” o “Django”, un western que nos recuerda mucho a esta película.

Este director pretende plasmar problemas de la época mediante la conexión con la actualidad, y a mi parecer, con logrado éxito. Durante el desarrollo de este proyecto cinematográfico podemos intuir varios guiños hacia el feminismo, la sexualidad y críticas al racismo, a través de los personajes de la película. Más dura será la caída es una película ambientada en el Medio Oeste protagonizada por personas negras, lo que les sorprende a muchos, dado que, en esa época, la representación de personas pertenecientes a esta etnia no abundaba. La mayoría se concentraban en estados del sur, donde acababan de salir de la esclavitud, y donde habían estado en grandes plantaciones agrícolas, o en estados del norte, como ciudadanos libres y donde se centraban más en la industria de Estados Unidos.

Podemos apreciar la aceptación del público ante este cambio tan significativo, como una muestra de igualdad. Por otra parte, podemos apreciar el empoderamiento femenino en un sector de negocios, en numerosas ocasiones considerado un sector masculino y carente de oportunidades para el sector femenino. Mary y Trudy, ambas mujeres negras y pertenecientes al mundo de los negocios, regentan los locales de ocio y entretenimiento más populares y exitosos. Además de saber tratar con armas y saber pelear, algo impensable para las mujeres de la época.

Después de que nuestro protagonista principal, Nat Love, se encuentre entre la espada y la pared con el antagonista principal, Rufus Buck, se ve en la obligación de robar el banco de una ciudad de blancos, dado que estos poseían un mayor capital. Esta afirmación da a entender cómo la etnia negra era en varios sentidos inferior, en este caso en el campo económico. No contentos con ello, al llegar a la ciudad, la representan con las construcciones pintadas con un blanco pulcro, recalcando una vez más las diferencias racistas. Podemos interpretar varios hechos micro racistas, y racistas con el transcurso de la película.

Ruptura de estereotipos

También podemos destacar que la película no solo adquiere un toque moderno gracias a la banda sonora actual, que en mi opinión homenajea a la cultura afroamericana, si no que, también incluyen temas polémicos actualmente como la diversidad sexual en varios sentidos. Muestra que las mujeres pueden disfrutar de su sexualidad sin tener miedo a ser juzgadas o enterradas socialmente, además de incluir a un personaje transgénero en una época en la cual todo lo anterior mencionado sería impensable. Cathay Williams, es una mujer vestida de hombre que se encargaba de gestionar la entrada en el negocio principal de Mary. En ningún momento se hace alusión a su sexualidad, instaurando un ambiente de tranquilidad y normalidad, que actualmente, no siempre es posible. No es hasta que debe modificar su vestimenta que se hace alusión a su sexualidad, y me parece brillante que en una película ambientada en el oeste haya roto moldes como este.

En definitiva, considero que se trata de una película con una importante carga de crítica social. Su intención es darle una visibilidad más natural a las etnias minoritarias, el empoderamiento femenino y a la diversidad sexual. Todo esto desarrollado desde el respeto, educación, humor y sarcasmo, causando así una acogida moral significativa en el espectador, con una música muy adaptada e idónea por el director y cantautor para el film.

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