Tenet: puro espectáculo de ciencia ficción
Tenet, escrita y dirigida por Christopher Nolan, cuenta la historia de un intrigante mundo de espionaje internacional. El protagonista, un agente de la CIA sin nombre, es reclutado por una enigmática organización llamada Tenet para embarcarse en una misión global que trasciende el tiempo real.
Esperanzas depositadas en Tenet
El estreno de esta película ha sido un salvavidas para la reapertura de los cines. A pesar de las circunstancias y los constantes cambios de fecha, el público finalmente puede disfrutar de una de las películas más esperadas del año. Además, este filme marcará el comienzo de otras grandes producciones, que dependerán de su éxito para decidir si lanzar o posponer sus respectivas fechas de estreno.
Como era de esperar, la película es compleja, a pesar de sus intentos de explicarse. Al principio, puede resultar un tanto inaccesible. Durante la primera hora, se necesita tiempo para ponerse al día y descubrir el mundo en el que se desarrolla, quién es nuestro héroe y cuál es su papel exacto en él. A medida que avanza la película y llegamos a la mitad, poco a poco se van encajando las piezas.
El misterio siempre presente
Nolan es un apasionado del misterio y busca constantemente que la audiencia se haga preguntas mientras disfruta del viaje que él ha creado. Esta película seguramente será amada por muchos, pero al igual que ocurrió con Inception, habrá quienes no la aprecien debido a su complejidad, lo que generará una variedad de puntos de vista entre los espectadores. La acción se desarrolla a un ritmo rápido, y a través de ciertas tomas, que luego adquieren sentido tanto para la trama como para los protagonistas.
El director ha logrado ganarse el respeto al utilizar el presupuesto del estudio para realizar películas audaces que mantienen al público inmerso y haciéndose preguntas a lo largo de la proyección. Aunque Tenet no alcanza el nivel de las mejores películas de Nolan, resulta sumamente entretenida de ver. El espectáculo que crea es impactante y visualmente asombroso. Además, es sorprendente lo que puede lograr con la cámara utilizando pocos efectos visuales.
La película presenta escenas en las que algunos personajes avanzan mientras otros retroceden, e incluye momentos de peleas y persecuciones en la carretera entre ellos. Ver estas secuencias en la gran pantalla es verdaderamente fabuloso.
No es el qué, es el cómo
Christopher Nolan continúa su fascinación, incluso obsesión, por el tiempo y su manipulación. En esta ocasión, da un paso adelante al incluir no solo personajes, sino también objetos que se mueven hacia adelante y hacia atrás en el tiempo, en lo que se conoce como «inversión».
En cuanto a las actuaciones, tanto la de John David Washington como la de Robert Pattinson son muy buenas. Elizabeth Debicki también destaca en su papel. En general, todas las interpretaciones están bien logradas. Por otro lado, Kenneth Branagh interpreta al villano con una gran presencia en pantalla.
Hans Zimmer, quien suele ser el compositor habitual de las películas de Nolan, no pudo encargarse de la banda sonora en esta ocasión. En su lugar, Ludwig Göransson, conocido por su trabajo en películas como Black Panther o Creed, asume el cargo. Göransson es uno de los talentos más destacados en composición de la última década y en esta película logra crear un sonido con un efecto invertido que cumple con las expectativas.
A pesar de lo fascinante que resulta la película, no logra transmitir una gran emoción en los personajes, ya que la intención del director es conectar a través de la supervivencia de la humanidad en su conjunto. Sin embargo, el personaje de Elizabeth es el que genera mayor emoción, con subtramas que lo convierten en el alma de la cinta. En el caso del personaje de John, sirve principalmente como un peón para comunicar la historia de Nolan. En general, la trama se sitúa por encima de los personajes, aunque resulta intrigante y fascinante, como es característico de uno de los directores más audaces de la última década.
Calificación para Tenet: 8’9